• Lo despido con su característico grito: “¡Que florezca. Que florezca. Que florezca Héctor de Alva, que florezca!


Me encontré al maestro Héctor de Alva hace pocos días, mientras yo distribuía el periódico La Prensa en Pilsen (como lo muestra la foto).
-«¡Felicidades mi Dieguito, disfruto mucho tu periódico cada vez que lo encuentro en La Casa del Pueblo», me dijo.
Y pocos días después nos llegó la noticia de su fallecimiento. Él fue un excelente actor, un gran declamador y un destacado intérprete de música protesta y canciones alusivas a la Revolución Mexicana. Dedicado en los últimos años al conocimiento y aplicación de la medicina ancestral y holística.
¡DESCANSE EN PAZ MAESTRO DE ALVA!
