• La tradición de cantarle “Las Mañanitas” a la Virgen de Guadalupe se realiza cada año el 11 de diciembre…
Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe es una de las tradiciones que revela el profundo amor a la reina de México por parte no solo de los mexicanos, sino (con el paso de las décadas) la devoción en muchas naciones latinoamericanas. Tradicionalmente del 9 al 12 de diciembre acuden al Tepeyac (en México) más de 8 millones de peregrinos, pero, además, gracias a la televisión, este evento es visto por muchos millones más, tanto en México como en el extranjero.
LA TRADICIÓN…
La tradición de cantarle «Las Mañanitas» a la Virgen de Guadalupe se originó en 1955, cuando el conductor Rafael Solana anunció por error el tema durante un programa de Telesistema Mexicano (hoy Televisa). El productor Carlos Salinas Saucedo organizó al público para que cantaran la canción desde afuera. La canción «Las Mañanitas» tiene su origen en la música sefardí de la España medieval. Este género llegó a México durante la colonización y se modificó con el tiempo. El compositor Alfonso Esparza Oteo realizó el arreglo definitivo de la canción.
ORIGEN DEL 12 DE DICIEMBRE
Cuenta la historia que se instauró esta fecha para rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe porque un 12 de diciembre de 1531 se le apareció por cuarta vez al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac, localizado en el complejo donde se encuentra actualmente tanto la antigua como la nueva Basílica de la Virgen de Guadalupe en la capital mexicana.
Atribuida la fecha de su aparición, el sitio es visitado en su recinto de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México y en los templos e iglesias dedicadas a su culto a lo largo del país por millones de peregrinos y fieles.
OTRA HISTORIA…
Otra versión sobre el origen de la celebración cuenta que el culto a la virgen de Guadalupe nació remotamente en un santuario prehispánico situado en el cerro del Tepeyac, al norte de la ciudad de México, dedicado a la diosa Tonantzin. Hacia 1525, el santuario fue convertido por los frailes evangelizadores en una ermita católica, dedicada a la virgen María.