
Julieta Bolívar es una mujer que se entrega con alma, corazón y vida a sus semejantes. Su vocación de servicio parece no tener fin. La conocemos hace 27 años y desde el primer día la hemos visto trabajando como voluntaria en distintas organizaciones comunitarias y sin fines de lucro. Julieta es una misionera de amor. Es una buena samaritana que deja huella por donde pasa. Huellas de caridad y misericordia. Ella es amable, sencilla, caritativa, noble. No terminaríamos de usar calificativos para describir su luz como ser humano. ¡Julieta merece todo lo bueno de este mundo!




