Autoridades españolas investigan a los dueños y empleados de una funeraria acusados de vender muertos a universidades sin el consentimiento de los familiares. Se trata de una supuesta red de venta ilegal de cadáveres. “Falsifican documentación para retirar los cuerpos de hospitales y residencias, y luego venderlos a universidades para su estudio por 1.200 euros cada cadáver”, señalaron las autoridades. La investigación sugiere que los desalmados buscan cadáveres de personas sin familiares, especialmente de migrantes y extranjeros.