Un tsunami es un fenómeno natural que hace alusión a una gran ola causada por movimientos en la capa exterior de la tierra o la corteza. Lo que ocasiona es que el agua se altere y se desborde a través de olas que pueden alcanzar hasta 30 metros de altura, según la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA). Normalmente, los tsunamis se producen tras un terremoto o un volcán en el océano. En el caso del primero, las placas tectónicas se empujan unas con otras con tanta fuerza que se rompen o resbalan. Estos movimientos de la tierra, dependiendo de su magnitud y si se da cerca de una zona costera, impactan el flujo del agua. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), el 80% de los tsunamis son ocasionados por terremotos. Dependiendo de su magnitud, las olas se desplazarán con más fuerza en distintas direcciones, atravesando cuencas oceánicas enteras, islas y bahías. Al llegar a la costa, pueden causar peligrosas inundaciones y fuertes corrientes que afectan la navegación y las operaciones marítimas, llegando a durar horas o días.
¿EL MÁS GRANDE EN LA HISTORIA?
La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) reportó una de las olas más grandes en la historia de los tsunamis. Esta se presentó una noche de 1958 en Lituya, Alaska, y alcanzó 520 metros de elevación tras un terremoto que afectó 21 kilómetros de distancia. El temblor provocó que 30,6 millones de metros cúbicos de roca cayeran 3.000 pies sobre el glaciar Lituya, razón por la que las olas eran tan fuertes. A pesar de ser uno de los más grandes del planeta, no fue el más devastador, murieron 5 personas, según lo relató la entidad. Por otro lado, uno de los tsunamis más recordados en la historia por el número de víctimas y las afectaciones que dejó, fue el de Sumatra-Andamán, tras un terremoto de 9.1 de magnitud en el 2004.
El movimiento en el océano Índico afectó a Indonesia, Islas Andamán y Nicobar, Sri Lanka, Tailandia, Myanmar, India, Maldivas y Somalia. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, en la catástrofe murieron un total de 227.898 personas y se presentaron afectaciones graves al medio ambiente.
- El agua del mar filtrada con la del río alteró los microorganismos del suelo y algunas de las zonas de cultivos que se inundaron aún se encuentran en recuperación.