
- Estados Unidos se ha acercado, o planea acercarse a aproximadamente 51 países para que acepten deportaciones de no ciudadanos estadounidenses.
El creciente número de acuerdos de deportación con terceros países por parte del gobierno demuestra un firme deseo de explorar todas las vías posibles para cumplir la promesa de Trump de deportar a un número récord de extranjeros, este año un millón. El responsable de la frontera, Tom Homan, afirmó que Estados Unidos pretende firmar acuerdos de deportación con terceros países con “muchos países” para apoyar los planes de deportación del gobierno. El gobierno ha contactado o planea contactar a aproximadamente 51 países para que acepten las deportaciones de extranjeros desde Estados Unidos, según un informe de junio del New York Times.
Una de las razones esgrimidas por la administración Trump es que las personas que se están enviando a esos terceros países es porque sus naciones de origen no los buscan recibir, como el caso de Venezuela, Nicaragua, Cuba y otros países que Estados Unidos considera como no colaborantes en este tipo de acuerdo de repatriación”.
¿QUÉ PASA CON ESOS DETENIDOS?
En el caso de Costa Rica, esta nación les ofreció una oportunidad para poder solicitar asilo. Sudán o Rwanda, no necesariamente consideran hacer y consideran que recibirlos no significa que tienen la responsabilidad de darles protección o asilo. Panamá y Costa Rica, por ejemplo, no eran acuerdos de tercer país, por lo que no heredan la responsabilidad de brindar protección a estos indocumentados.
- Muchos de estos migrantes quedan a la deriva, o algunos países ofrecen algún tipo de estatus legal mientras los migrantes logran regresar a sus naciones de origen.
Estos son los países que están recibiendo vuelos de deportación con ciudadanos mixtos provenientes de Estados Unidos:
Eswatini: Cinco migrantes de Cuba, Jamaica, Laos, Vietnam y Yemen fueron deportados. Según la administración Trump, el vuelo transportaba a personas condenadas por diversos delitos, como asesinato, homicidio y violación infantil.
EL SALVADOR: 238 migrantes venezolanos a una conocida prisión de máxima seguridad de El Salvador bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, alegando que eran terroristas y miembros de una pandilla violenta.
MÉXICO: Hasta finales de abril, México había recibido a aproximadamente 6000 migrantes no mexicanos procedentes de Estados Unidos, según la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum.
GUATEMALA: El presidente Bernardo Arévalo, anunció en febrero que su país había acordado aceptar a nacionales de terceros países procedentes de Estados Unidos y que aumentaría los vuelos de deportación desde ese país en un 40%. Aseguró que no ofrecerá vía para asilo en su nación.
COSTA RICA: Aceptó a aproximadamente 200 nacionales de terceros países en dos vuelos estadounidenses diferentes hasta finales de febrero, según un informe de ‘Human Rights Watch’ de mayo.
PANAMÁ: Estados Unidos ha deportado a cientos de personas a Panamá desde febrero como parte de un acuerdo para que el país sirva de “puente” mientras Estados Unidos asume los costos financieros. Los migrantes provienen de países como Irán, India, Nepal, Sri Lanka, Pakistán, Afganistán y China.
RWANDA: Estados Unidos pagó al gobierno de Ruanda 100.000 dólares para aceptar a un ciudadano iraquí en abril y acordó acoger a 10 deportados más.
SUDÁN DEL SUR: Estados Unidos deportó a ocho hombres a Sudán del Sur en julio. Algunos de los hombres deportados provenían de Cuba, Laos, México, Myanmar y Vietnam.
KOSOVO: Esta nación balcánica sin litoral en Europa acordó acoger a 50 extranjeros deportados desde Estados Unidos en junio. El acuerdo permitiría a los extranjeros ser “reubicados temporalmente” antes de ser devueltos a su país de origen.