“Nuevamente habrá elecciones presidenciales en Estados Unidos. Y para infortunio de los migrantes, uno de los temas centrales en las campañas será la inmigración. Volverán las falsas promesas. Y obviamente, los ataques brutales de xenofobia contra nuestras comunidades”.
La legislatura de la Florida aprobó una ley antiinmigrante impulsada por el Gobernador Ron DeSantis, quien se perfila como candidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicanos. DeSantis, al igual que Donald Trump, utiliza el tema antiinmigrante como plataforma política. Y de manera muy particular.
La ley de DeSantis criminaliza la inmigración irregular y ordena perseguir a las personas que ayuden a otras personas que estén sin documentos legales en los Estados Unidos.
Los hospitales que aceptan Medicaid deberán preguntar a los pacientes sobre su estatus migratorio. Esta ley amplia el E-Verify obligando a las empresas a implementarlo, si tiene 25 empleados. Y también invalida las licencias de otros estados, si estas son portadas por personas indocumentadas. Nos hace recordar la ley que a nivel nacional derrotaron las marchas masivas de migrantes del 2006. La ley Sensenbrenner que murió tras las marchas que iniciaron en Chicago el 10 de marzo de ese año 2006.
APROVECHANDO LA ACTUAL CRISIS
El estado de la Florida aprovechando la crisis humanitaria que se ha producido con el éxodo de refugiados de Centroamérica, Venezuela y otras naciones, que buscan asilo en Estados Unidos encontrándose con el Título 8 que significa deportaciones masivas, solamente darán citas a los que estaban en México por el Título 42.
La ley DeSantis incluye un presupuesto de 12 millones de dólares para reubicación de inmigrantes, como la hace Texas al enviar a refugiados a ‘Ciudades Santuario’, lo que ya ha creado una crisis en Chicago, con centenares de refugiados durmiendo en el suelo, en estaciones de policía, y algunos albergues provisionales que ha habilitado la ciudad de Chicago.
El nuevo alcalde de Chicago, Brandon Johnson, tiene un paquete que resolver. La complejidad de la situación que el gobierno federal tiene que atender. La política de Biden es lesiva y desconsiderada contra las familias que buscan refugio y lo que han encontrado la deportación de 12,000 personas esta semana, según reporte del propio ICE. El nuevo alcalde de Chicago debe cabildear con los legisladores federales y con la Casa Blanca para que las personas que han presentado su petición de asilo tengan la oportunidad de recibir un permiso de trabajo, que les permita trabajar para rentar un apartamento y no tengan que sumarse a las ya numerosas personas ‘sin techo’, en nuestra ciudad.
Retomando el caso de la Florida ya ha comenzado el éxodo de personas sin estatus migratorio. Chicago como otras ciudades, será su nueva casa. Y buscarán empleo.
El caso de la Florida es desolador por las personas que han dejado sus trabajos. Y los que no podrán ser empleados, por compañías que temen perder su registro con el estado. Una de las primeras reacciones es el llamado a ‘un día sin migrantes’ en la Florida para el 1ro. de junio. Y un boicot económico al estado que pide a la gente no comprar productos de la Florida
Nuevamente habrá elecciones presidenciales en Estados Unidos. Y para infortunio de los migrantes, uno de los temas centrales en las campañas será la inmigración. Volverán las falsas promesas. Y obviamente, los ataques brutales de xenofobia contra nuestras comunidades.