Ocurrió en Tailandia. Una mujer estaba a punto de ser cremada, pero en el camino, revivió. La mujer de 49 años de edad había estado internada en el hospital tras sufrir un grave cáncer de estómago. Su resurrección tomó por sorpresa a sus familiares, que habían planeado un funeral mediante una despedida budista que tendría como final la cremación del cuerpo, sin imaginar que su familiar se encontraba con vida. De un momento a otro, la mujer abrió los ojos. Todo se debió a un errado dictamen médico de que la mujer estaba muerta. Ahora el propósito del personal de salud es descubrir la razón principal por la que el cuerpo pasó determinado tiempo, sin presentar signos vitales.