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    “EL TIGRILLO” DE LA RADIO: cuando se dio el lujo de “poner a esperar” al presidente Obama…

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    Desde muy niño se dio cuenta que sentía gran atracción por los medios de comunicación. Sabía que en su interior se escondía una fuerte vocación de comunicar, de compartir con las personas y de servir a otros, desde una cabina de radio. Ese es el perfil de nuestro invitado en esta edición.
    Se trata de Jesse Camargo, mejor conocido como “El Tigrillo” de la radio:

    ¿Cómo arrancó tu experiencia en la radio?
    -Comencé como asistente pero yo sabía que no me quería quedar ahí. La idea inicial era salir al aire, pero entendía que debía empezar desde abajo. Siempre me gustó convivir con la gente y la comunicación, el ambiente y disfrutar del medio de la radio. Es lindo que tu estando al aire puedas desde la cabina tocar a mucha gente y compartir con ellos grandes experiencias”.

    ¿Nos das un ejemplo donde sentiste que estabas sirviendo a alguien desde la radio?
    -Un ejemplo muy claro es cuando el país estaba en guerra. Muchos soldados y servidores de la Patria salieron desde Chicago para Irak o para Afganistán, y muchos de ellos nos hicieron saber que en plena guerra, se sentían en casa cuando nos escuchaban a través de la radio por internet. Sentían estar en Chicago, cerca de sus familias, gracias a lo que nosotros transmitíamos al aire”.

    ¿Y de dónde surgió el apodo de “El Tigrillo”?
    -Ese apodo me lo puso “El Cocho” Abel Vences. Muchos saben de su gusto por la música de la zona de Tierra Caliente, en su natal Guerrero. Y un día le preguntaron por qué me decía “Tigrillo” y él contestó: “Es que anda siempre con las mismas garras”. Osea con la misma ropa, pero no era cierto (risas), solo quería justificar el apodo (risas).

    ¿Tengo entendido que eres buen amigo de “El Pistolero”, quien fuera tu compañero en la radio?
    -El Pistolero fue el #1 aquí en Chicago. Uno de los más grandes inclusive en Estados Unidos. Él fue el iniciador de las famosas marchas proinmigrantes que nacieron en Chicago. Me tocó vivir con él y otros compañeros una época muy hermosa. Y no solo las marchas. El Pistolero y nosotros apoyamos campañas para el Hospital St. Jude y para el Children’s
    Memorial Hospital.

    ¿Y te marcó la vida el Huracán Catrina? ¿Salió a flote muchos más tu sensibilidad ante los desastres?
    -Sin duda. Cuando esa tragedia ocurrió, muchos de la radio viajamos hasta Nueva Orleans, yo hacía parte de ese grupo, a mis escasos 20 o 21 años. Llevamos hasta allá toda la ayuda que juntamos en Chicago, gracias a los seguidores que tenía El Pistolero.

    Vamos al tema central de esta entrevista: ¿Cómo fue eso de dejar esperando al presidente Barack Obama?
    -Es verdad (risas), no cualquiera pone al presidente Obama en espera. Y a mí me tocó (risas). Por cuestiones del destino era la época de las marchas y Obama acababa de entrar como presidente de Estados Unidos. Le tocó a El Pistolero entrevistar al presidente Obama y a mi ese día me correspondía estar en cabina, llevando los controles. Y me dijeron: “Tigrillo, tu te encargas de buscar al presidente Obama y ponerlo listo para entrar al aire en la entrevista”. Y yo pensé: ¡Hay Dios mio!
    Mis piernitas estaban temblorinas (risas). Yo tenía como 22 años y no me la creía. Entró la llamada, hablé y resulta que tuve que pasar como por 20 filtros antes de que me contestara el presidente. Ya sabes, FBI y otras dependencias de seguridad. Hasta que por fin escuché a alguien que me dijo: “This is the White House, the president United Estates Barack Obama”. Y haggg (risas), imagínate. Y yo solo le dije: “Hello Mr. President Barack Obama, I’m Tigrillo, I’ll put you on hold for the interview with El Pistolero (risas). Y él me contestó: “Ok. I’ll wait”.

    ¿Y cuál es la famosa anécdota de tu primera vez al aire, tu solo al mando como conductor?
    -Después de ser asistente de “El Cocho” Abel, yo solo estaba esperando la oportunidad de que faltara algún compañero, para tener la oportunidad de reemplazarlo ese día, y salir al aire yo solito y tener el control completo. Y ese día llegó. El Primo Rafa me dijo: “Tigrillo, faltó alguien y necesito que cubras el turno hoy domingo de 7:00pm hasta la media noche”. Yo le contesté: “Sí Primo, estoy listo. Vamos”.
    Y entonces voy entrando a cabina y era mi primera salida al aire yo solito. Y me tocó presentar una canción de Sergio Vega, creo que era la de “Quién es usted”. Acaba la canción y yo entro diciendo: “Ahí escuchamos a Sergio Veeerga” (risas). Sergio Verga, imagínate. Me quedé pausado, no supe como reaccionar, creo que pasaron 10 segundos todo en silencio, y metí la próxima canción ¡Pum, pa’dentro! Duré como media hora sin salir al aire. Y me decía a mi mismo” “Ya me corrieron. Mi carrera llegó hasta aquí. Y valió gorro mi carrera. Mejor dicho, ahí si ¡Valió Sergio Verga! (risas).

    Pero lo simpático es que después de varios años, supiste que si te escucharon en esa ocasión…
    -(Risas), después de 12 años me encontré a un radioescucha que me dijo: “Tigrillo, yo he sido su fiel seguidor. Recuerdo cuando apenas iniciabas en la radio y dijiste: ‘Hay viene Sergio Verga’” (risas). Y entonces pensé: “A este señor hay que darle una cerveza (risas).

    ¿Qué falta por decir?
    -Lo único que quisiera agregar es que estoy muy agradecido con quienes me han apoyado todos estos años. A toda la gente que, a pesar de ya no estar en la radio, me siguen apoyando. Muchos de esos radioescuchas se volvieron mis amigos. Les agradezco de corazón todo el apoyo que me siguen brindando. Los quiero mucho.

    Estamos despidiendo esta entrevista desde El Patio de su Restaurante Mariscos Playa Azul. ¿Digámosle a la gente donde pueden encontrar ahora al “Tigrillo” de la radio
    en Chicago?
    -Los espero a todos para saludarlos y compartir un rato agradable y en familia aquí en el 5247 W. de la Avenida Belmont. El Patio lo abrimos a mediados del mes de junio y estamos a la orden, echándole ganas. Vengan y disfruten de los más ricos mariscos y deliciosas micheladas. Aquí los espero. Aquí estamos, y no nos vamos.

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